Poema de "Ventarron" (això de no saber noms reals te els seus inconvenients...) que llegirà aquesta tarda en una biblioteca madrilenya...

“CUERPOS CELESTES”

Aquella noche
de domingo, ya tarde,
apunto de colgarme de las sábanas,
sonó su voz como
un timbre.

-¿Podríamos hablar?
-Hace mucho que no sé de ti.
-Invítame a cenar.

Y no pensar en nada más
que en las huellas de su cuerpo,
en el rastro de cenizas
de sus cabellos,
en noches furtivas
de amantes perfectos,
en ponerle los cuernos a la aurora,
amando el dulce vino de su alcoba.

Y llegar
y abrir de nuevo su puerta,
casi desnuda,
y colgarse de mi cuello
y besarla largo y tendido
y mis dedos
en el pelo de su nuca.

Y arrastrarme al sillón
y arrinconarme contra las cuerdas
y desabrocharme un botón
y seguir más abajo
y acariciar sus piernas.

Y devorarnos entre lengua
y saliva y hablar el idioma
de su vientre,
y ella sellar todas las heridas
de mi pecho insolente.

Y jugar con un hielo
de boca a boca,
y sudar en el suelo,
sobre la alfombra.

Y liarnos la manta a la cabeza
y comernos a bocados la vergüenza.

Y sudar o gemir
o gritar.

O seguir y sentir
la verdad.

Y después de todo,
el campo de batalla con humo,
lencería por el suelo,
zapatos sin cordones,
besos sin prohibiciones.

Nos abrazamos con ternura,
beso su espalda,
acaricia mi frente.

Y el alba nos sorprende
exhaustos y dormidos
entre coches y ruidos
como dos cuerpos celestes
que con el día se difuminan
y con la noche se encienden.